viernes, 10 de octubre de 2008

Las bicis y yo

Parece que existe una conspiración de las bicicletas contra mí. Siguen y siguen dándome problemas. Hoy me he encontrado que alguien, al sacar su bici del aparcamiento, me ha arrancado un cable de la dinamo con su manillar. Bueno, no es problema, pensé. Tengo mogollón de herramientas (gracias!) así que puedo arreglarlo. Bajo yo feliz con todos los aperos y arreglo satisfactoriamente mi luz. Pero ya que estaba, pues pensé en ajustar el freno delantero, que estaba un poco destensado. Así que nada, tenso el cable y aprieto el tornillo. Pero claro, con este clima infernal el tornillo que tiene el pasador por donde entra el cable del freno estaba medio oxidado y se me ha roto. Total, que ahora no tengo freno delantero. No me he atrevido a tensar el trasero. Lo que me faltaba! Espero que vendan estos tornillos sueltos en tiendas de bicis.

El tornillo en cuestión

Por otro lado, la rueda delantera de mi otra bici está completamente deshinchada. Espero que no esté pinchada! Le pediré una bomba a un colega. Pero si está pinchada, tiro esa bici al canal. Estoy harto!!!

Respecto a otros temas, la facultad se está poniendo cada día más chunga. Al principio eran sólo clases y prácticas, todo más o menos asequible. Ahora todos los profesores nos han mandado catorce trabajos para la semana que viene. Decir que estamos agobiadísimos es quedarnos cortos. En realidad es como 5º en Madrid, es decir, mogollón de trabajos y sin tiempo para casi nada, pero bueno, aquí además es en inglés y teniendo que lidiar con unos empollonitos holandeses que dan asco.

Más cosas. Primeros roces de convivencia, por supuesto, relacionados con la limpieza. Yo aquí soy como el psicótico que sólo habla de limpiar y limpiar. ¿Y por qué? Porque exijo que se limpie la casa una vez a la semana. Wow, qué zumbado estoy, ¿eh? Exigir limpieza y que se cumplan los calendarios de limpieza es de locos!! Vaya par de guarros me han tocado de compañeros de piso. Y lo mejor de todo es que el francés me dice el otro día que "Tenías que ver cómo está el piso de Alex [otro francés que vive debajo]: ¡nuestro piso es el más limpio de todos!". Me da igual que los demás vivan en una puta pocilga. Yo quiero vivir como personas civilizadas. Y no, nuestro piso no es un alarde de higiene.

El parte meteorológico de los últimos días ha sido sol, sol, alguna nube, otro poco de sol, chaparrón nocturno y fresquito.

Besos!

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